lunes, 29 de diciembre de 2008

NAVIDAD MARINERA

De piel lamida
por las innumerables
olas del tiempo;
De recuerdos ajados,
sobre las rotas redes
del viejo malecón,
de la niñez.

El crujido de nuestro viejo casco
emerge sobre el vaivén
de articulaciones doloridas;
Sobre ganzúas de amores
inalcanzados;
Sobre la doliente sal
en heridas de ausencias,
que suplican olvido.

De deseos lascivos
con la bocana
repleta de odios;
Con la palabra paz
entre el fuego ardiente
de la santabárbara,
sobre inocentes ojos.

“Gloria in excelsis Deo”
Miembros de un niño
se dispersan a metros
del mascarón,
por una mina
antipersona.

“Benedicamus tibi”
Redes de corrupción
extienden los fantasmas
de la hambruna a dos
tercios del mundo.

“In nomine Patris et
Filii et Spiritu Sancto”
Y en la cubierta,
vestidos de púrpura,
dan su última bendición
a los misiles.

“Caelo tonantem credidimus
iovem regnare”
“Adorote devote
latens deitas”

Navidad marinera
otra vez me engañaste
con tus cantos de sirena.

lunes, 8 de diciembre de 2008

CUANDO MUERA EL ALBA

Cuando muera el alba
en nuestras neuronas,
y ríos de piel
por mi ser naveguen...

Cuando ramas sigan
las hojas caídas,
y el hielo se torne
en perpetuas nieves...

Y la boca ciegue
lo negro y el barro,
y el peso del mundo
las rodillas sieguen...

Cuando roto el alma
por vagos recuerdos,
tu imagen difusa,
por fin, toque a muerte...

Querré que me abrace,
con su hoz de acero.
Querré que me funda
su cuerpo de nieve.

Querré sentir pronto
cómo, en un instante,
se apaga la luz,
que tanto me hiere.


domingo, 7 de diciembre de 2008

TANKAS

VIENTO

Araña el viento
su cara de imposible.
Rompe el destino
su más seguro anclaje.
Llueven copos de fuego.


MIELES

Extiende el musgo
su húmedo paraje.
Montes henchidos
de mieles y vaivenes.
La laxitud al alba.

sábado, 6 de diciembre de 2008

LÍNEAS VERTICALES


A Miguel Hernández

Soy aire, torbellino de vértigo
en la ciudad.
Entre los ojos húmedos del miedo,
ululante palabra muda.

Soy tierra de barrotes verticales
con herrumbre de ausencia.
Línea recta hiriendo el horizonte.

Soy agua de irritante sal
verde y difusa.
Sólo agua, tormenta contenida
en un charco pisado
que sueña con ser mar.

Sólo fuego luchando por ser hielo
que aplaque mis heridas.
                                      Luz, te miro
a punto de extinguirte en la penumbra
oscura, muy oscura. Y me apagas.

jueves, 4 de diciembre de 2008

DIOSES

Aceptas tu destino entre las ruedas
que giran inmutables a la muerte.
Encontraste, muy pronto en tu camino,
compañera de amor, fría e inerte.

No alcanzo a descifrar tus pensamientos
cuando el silencio llora entre la arena
y el gemido del viento trae las voces
de los juegos felices, sin tu pena.

Quiero que el mar, refugio de titanes,
absorba tu energía negativa.
Quiero llorar contigo en ésta tarde.
Quiero tocar tu fibra sensitiva.

El destino, capricho pasajero,
juega con nuestros cuerpos a la taba
sacando monte y valle, tal vez rey.
La parca por salir al fin acaba.

De un olimpo imperfecto somos dioses.
No te importe las penas que suframos,
nuestros sueños harán cambiar el mundo
al sentir mucho más de lo que amamos.

AUSENCIA



Me he marchado lejos,
lejos de mi ausencia
antes de que me digas nada.
Pero nada es mi ausencia.
Prefiero evadirme lejos.
A veces te veo,
a veces vuelo,
a veces me voy,
a veces encojo.

¡A veces entre nubes escondido
veo todo y no me oye nadie!
Quizás algún grito,
tal vez algún alma perdida,
tal vez ésa prima que perdiste joven...
Iba en bicicleta.
No, en una moto,
no, en una mula...
Se cayó y se partió la cabeza.
Su madre lloraba,
y yo lloro mi ausencia,
y no la encuentro,
y no la busco,
y está perdida.

Iba en una mula...
Iba de la mano.
¡No! No iba aquél día,
y está ausente,
y no la busco,
y también está perdida.

jueves, 27 de noviembre de 2008

CORAZÓN DE PAPEL



- Ulmo, rey poderoso de la mar
concédeme el deseo que te pido
y al pronto desde el fondo yo bendigo
tu noble corazón, que es de agua y sal.

- Tu mente se retuerce con la tinta
muñeco de papel y de cartón.
Sin ojos te tallaron y tu viste
trocitos de unas letras de color.
Yo que a la tierra cubro casi toda
acataré todo aquello que me pidas,
mas de peces, gaviotas, nubes y olas
rebusca entre tus líneas lo que digan.

- Tumbadas en la playa entre las algas,
mecidas por el mar en noche oscura,
aletas plateadas dan su alma
en un grito de adiós a su hermosura.
Saetas en el aire y sus chillidos
alegres con el sol de la mañana,
rebuscan entre plata muy temprana
sustento que alimente sus sentidos.
Pinturas son, rojizas, grises, blancas,
que, rotas por el aire en mil jirones,
dan paso a cielo gris; Reina la calma
y el aire hierve hoy entre algodones.
Ruido seco que rompe entre la arena;
Cristal multicolor, que se evapora;
Siseo entre el murmullo de las olas;
Sonora vibración que el aire llena.
Luna amarilla que ávida de amores
levantas a las aguas de sus simas;
Dirige tu destello a las espinas;
Perfuman en tu honor algunas flores.
El ritmo de la vida se acelera,
orígenes orgánicos se acaban,
prima el metal, lo verde lo quemaban,
no queda ya en la faz pieza en madera.
Soporte de almidón que, crudas, muestre
escenas sucesivas pregrabadas,
mezcladas con la voz, encajonadas,
sin que imaginación del ser adiestre.
Quisiera haber nadado en tus entrañas,
y amigo ser de todos tus colores,
viajando en ti, soplando en mis pulmones
el aire fresco que al glaciar araña.
Amiga de cristal, moja mi piel;
glosarán los soportes éste hecho.
Consiente que hoy en ti yazca deshecho
quién libro fue del último anaquel.
Tu espuma que acaricia ya mi pecho
es sueño de un payaso de papel.

LA GALGA




Ya parió la galga
sujeta a su cuerda,
sujeta a su vientre
una cría muerta.

Incrédulos ojos
dentro de su jaula
inútil el macho
de su pan le alcanza.

- No penes tristezas,
no seas tan loco
que al amo le he oído
que valgo muy poco;
y la vieja cuerda
sacó del desván
y del fuerte roble
la mandó colgar.
En el débil cuello
del hijo que tuve
sangrantes mis fauces
cerradas retuve.
Nadie se merece
sufriendo vivir
atado a una cuerda
y ahorcado morir.
Guarda tu mendrugo
y anda con cuidado,
que si desfalleces
te cuelgan del árbol.

Ya muere la tarde,
ya llegan los mozos...

Un aullido largo
suena en el ocaso,
es la despedida
de ése noble macho
que llora a su amada.
Que por fin descansa
colgada del roble;
que en sus sueños pare
alegre camada;
que en sus sueños juega;
que en sus sueños ama...